viernes, 27 de mayo de 2016

Galletas Sonrisa con Mermelada

Si sois madres de niños de primaria, estáis de suerte: Hoy publico unas galletas que van a ser las delicias de vuestros hijos. La mía, cuando las ha llevado al colegio para la merienda de mediodía - sólo le dejo llevarse una para ella y dos para compartir con sus amigas, porque son bastante grandes - me cuenta que los compañeros la persiguen por el recreo para pillar una miguita…¡Será cosa de niños, no sé! Jajaja.

La masa que he utilizado es la de las galletas de mantequilla de toda la vida; esas que todo el mundo hace en Navidad cubiertas de glasa o fondant. Esta receta me la pasó mi prima Charo E. y la puedes usar con cualquier cortapastas que tengas con por casa, o simplemente con un vaso o una copa.

Para las usuarias de Thermomix podéis hacer el azúcar glas en la máquina (velocidad progresiva de 1-10) y batir la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee a velocidad 3. Para el amasado de las galletas tened cuidado: Las masas muy consistentes es mejor terminar de amasarlas a mano, en nuestra mesa de trabajo. 

Os doy las cantidades para hacer 500 gramos, que son bastantes...

Galletas de mantequilla con sonrisa. Tienen  forma de corazón y circulares, rellenas de mermelada

miércoles, 25 de mayo de 2016

Ensaladilla de Isabelita

¿Qué hacer cuando en casa no gustan los ingredientes tradicionales que lleva una ensaladilla, como la zanahoria o el pimiento?  Pues hoy os cuento la solución a la que llegó mi suegra… Como últimamente anda un poco olvidadiza, sus recetas - al menos las que me enseñó a hacer - las voy a ir etiquetando con su nombre. Si algún día le apetece meterse en la cocina de nuevo, sólo tiene que leerlas en este blog… Y si no le apetece liarse, ¡ahí está mi cuñada Ana para hacerlas juntas!

Como veis en las fotos, para darle un toque de creatividad, he usado un gadget que convierte los huevos duros en estrellas. Me lo regaló por mi cumpleaños mi amiga Irene C. ¿A que queda bonito?

Normalmente decoro la ensaladilla en una fuente y va directamente a la mesa pero, como somos pocos en casa y siempre me sobra, he aprovechado para usar un aro de emplatar como el que utilicé en la Ensalada de Quinoa. Este artilugio tiene sus ventajas: además de quedar “divino de la muerte”, no te pasas con las raciones, ayudándonos a no comer en exceso; también es útil para evitar quejas del tipo: “mamá a él le has echado más”, jajaja.

Ensaladilla de patata, bonito y aceitunas negras, decoradas con huevo duro en forma de estrella

sábado, 21 de mayo de 2016

Hojaldre de Compota de Manzana

Llevo queriendo hacer este hojaldre desde hace tiempo. Lo veo siempre en la sección de pastelería de Mercadona con una forma de rejilla que me encanta. A mí que me pirran todos los utensilios de cocina, en cuanto vi la herramienta con la que se hace en casa de mi amiga María José, me faltó tiempo para comprármela, jajaja… Lamentablemente, no es tan fácil utilizarlo como pensaba (snif, snif);  ya os contaré cuando lo consiga, porque el intento de hoy - ya voy por el tercero o el cuarto - a sido tan desastroso que he tenido que tirar del plan B que veis en las fotos. Tampoco ha quedado mal, ¿verdad?

Lo bueno de esta receta es la compota de manzana, que es una adaptación de uno de los libros que tengo de Cristina Galiano: Utiliza tu Thermomix a tope. Yo creo que está riquísima. A ver qué os parece a vosotras.

Tarta de Compota de Manzana hecha en hojaldre, decorada con tiras de hojaldre, flores  y mariposas

miércoles, 18 de mayo de 2016

Medidas: Cucharas, Tazas, Un pellizco de…

Como necesitamos hablar el mismo idioma, este post lo voy a dedicar a explicaros para qué sirven las tazas y cucharas de medición anglosajonas, que yo uso para traducir recetas y en este blog, a partir de ahora, para evitaros dudas con las cantidades que utilizo.

Salvo las usuarias de Thermomix, que traducen todo a gramos, muchísima gente sigue utilizando las referencias de nuestras madres: Una taza, un vaso, una cucharadita…¿Acaso todas tenemos la misma cristalería o la misma cubertería en casa? ¿Y qué me decís de los conceptos colmada o rasa? ¡Para volverse loca!

Yo me di cuenta de todo esto, recién casada, cuando mi suegra me pasó la receta de las Natillas Caseras favoritas de su hijo… Habéis escuchado alguna vez eso de: "No son como las de mi madre”… Pues no, no lo eran básicamente porque no utilizábamos las mismas unidades de medida.

Mirad en la siguiente foto la cantidad de cucharillas que tengo en el cajón de la cocina de mi casa: Salvo la pequeña, que sería de café, las otras son todas distintas. 

Cucharas y tazas que se usan para medir cuando no tenemos báscula. No todas las cucharas que tenemos en casa tienen la misma capacidad
  

viernes, 13 de mayo de 2016

Bizcocho Cuatro Cuartos con Nata

Como hoy ando pillada de tiempo os voy a dar mi versión mejorada de un bizcocho tradicional de toda la vida, estupendo para hacerlo cuando tienes visitas inesperadas a merendar... Mi hija es una experta en invitar amigas de un día para otro: Me vuelve loca, pero para qué está una madre, ¿no? 

¿Por qué lo llaman "Cuatro Cuartos"? Porque es un bizcocho que se basa en una fórmula muy sencilla: 1/4 de azúcar, 1/4 de harina y 1/4 de mantequilla y 4 huevos... Lo que viene a ser 4/4. La lógica es aplastante, ¿no os parece? Al menos mi madre me lo enseñó así y, visto de esta manera, no te olvidas jamás de la fórmula. Por supuesto hay que añadirle levadura y el pellizo de sal que siempre nos decían nuestras abuelas, pero los ingredientes básicos son los que son.

Habiéndolo hecho siempre siguiendo esta regla numérica, me sigue costando ver otras proporciones publicadas por ahí. ¿Por qué se complicará tanto la gente? Jajaja.

La fórmula mejorada consiste, simplemente, en sustituir la mantequilla por nata, lo que le aporta más ligereza y menos calorías. Esto lo aprendí de niña, cuando veraneábamos en Asturias: Todas las mañanas venía la lechera a casa y nos dejaba leche de vaca recién ordeñada, que había que hervir. De ese proceso se extraía la nata y mi madre la utilizaba para hacer este bizcocho. Una delicia, la verdad. Pero bueno, probadlo vosotras directamente y ya me contaréis.

Bizcocho cuatro cuartos en molde de corona, espolvoreado de azúcar glas

martes, 10 de mayo de 2016

Pan de Trigo y Centeno Integral

Como todas las semanas hago pan, esta vez os voy a proponer un pan incorporando otro elemento líquido en la receta: El aceite de oliva. Es un pan alveolado, que al tostarlo queda crujiente y riquísimo. ¡A mi hija le encanta!

Para aprovechar el horno y como el tiempo de amasado es igual para uno que para dos panes, si tenéis sitio en el congelador, os recomiendo que hagáis el doble de la cantidad que os propongo. Una de las hogazas la podéis meter en el congelador (entera o partida, no importa) y obtendréis, al descongelarlo, pan como recién sacado del horno, os lo  aseguro.

Hogaza de pan de trigo, centeno y aceite de oliva elaborada por el método tradicional

Para la masa de arranque o prefermento, utilizaré masa vieja de pizza que tengo hecha desde hace días y guardada en la nevera dentro de una bolsa - un poco feucha todo hay que decirlo - pero que me sirve estupendamente y mejora, de manera natural, el resultado final. Este proceso es el que se utiliza en las panaderías tradicionales para hacer pan: Guardan parte de la masa del día anterior para incorporarla al pan que van a hacer en la jornada, añadiendo una mínima cantidad de levadura fresca.

¿Qué no habéis hecho nunca masa de pizza? Bueno, os paso la receta en breve, porque me sale riquísima. De algo tiene que servirme el haber vivido en Italia… ;D.

Antes de poneros manos a la obra, si necesitáis un repaso, podéis ver mi publicación de Cómo Hacer Pan, paso a paso.




INGREDIENTES

Para la masa madre de levadura (o masa vieja que tengamos guardada en la nevera):

  • 65 g de harina de trigo panificable (con 10 gr de proteína o más)
  • 35 g de agua
  • 2 g de levadura fresca de panadería (o 1 gr de levadura seca)

Para la masa:
  • Los 100 gde la masa madre anterior
  • 30 g harina de centeno integral 
  • 470 g harina de trigo panificable
  • 25 gde aceite de oliva extravirgen
  • 265 - 300 g  de agua
  • 11 g de sal fina 
  • 1 g de levadura fresca de panadería (o 0,5 gr de levadura seca)

Para el reposo antes del formado:
  • Un chorro de aceite de oliva para el bol donde va a reposar


PREPARACIÓN:

  • Para hacer la masa madre de levadura disolvemos la levadura en el agua, mezclamos con la harina y hacemos una bola que dejaremos en reposo, tapada para que no se seque, hasta que doble su volumen en un lugar templado como el horno. 
  • Mezclamos estos 100 gr de masa madre con el resto de ingredientes de la masa, menos la sal, en un bol. Empezaremos con el aceite de oliva y completamos hasta la cantidad mínima de agua indicada. Vamos añadiendo muy poco a poco agua hasta que veamos que la masa queda pegajosa y se adhiere a las manos.
  • Dejamos reposar dentro del bol, tapada para que no se seque durante 30 minutos para poder amasar, posteriormente, con mayor facilidad.
  • Para amasar haremos 3 ó 4 ciclos de 1 minuto de amasado y 5 ó 10 de reposo. Los tiempos son aproximados y lo reposos pueden ser más largos si queréis.
  • Colocamos la masa en un bol al que habremos echado un buen chorro de aceite de oliva, para que no se pegue, y la dejamos reposar - cubierta con film transparente para que no se seque - en un lugar templado hasta que dobla su volumen, o en la nevera hasta el día siguiente (que también dobla su volumen en frío).
  • Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie de trabajo, la justa para que no se pegue, y volcamos la masa encima. Formamos un hatillo con cuidado de no quitarle el gas que ha ganado, le damos la vuelta, en una zona sin harina y giramos sobre sí misma la bola para darle forma redondeada.
  • Colocamos nuestra masa sobre una bandeja con papel de hornear, la tapamos con un film transparente y la abrigamos con un par de paños de cocina.  En un par de horas debería de estar lista, pero si veis que no ha crecido al menos un 50% de su tamaño, dadle otra media hora más.
  • Para darle un tono más rústico al acabado, podemos espolvorear un poco de harina por encima.
  • En ese punto, precalentamos el horno a 250°C (calor abajo) con una bandeja de asar u otra bandeja que tengamos en la solera del horno.
  • Justo antes de meter el pan en el horno, le hacemos unos cortes, no muy profundos, con un cuchillo de sierra.
  • Cuando el horno esté caliente vertemos, con cuidado, un vaso lleno de agua en la bandeja inferior y metemos nuestro pan en el segundo nivel del horno empezando por abajo. Se creará una gran nube de vapor que facilitará que el pan crezca. Cerramos la puerta del horno y programamos 15 minutos a 250°C (calor abajo).  Pasado ese tiempo, retiramos la bandeja del agua, bajamos la temperatura a 200°C y horneamos otros 30-45 minutos (el tiempo total será de unos 45-60 minutos). Dependiendo de vuestro horno, vuestro gusto por la corteza más o menos gruesa, o la humedad de la zona en la que viváis, podéis alargar o acortar el tiempo de cocción.
  • Para que la corteza nos salga crujiente, dejaremos el pan dentro del horno - apagado y con la puerta semiabierta - durante 15 minutos más
  • Sacamos el pan del horno y lo dejamos enfriar encima de una rejilla hasta el momento de comerlo. 

Estos panes ganan en sabor con el paso de los días, cosa que no ocurre con los panes industriales que se compran en casi cualquier sitios. Os propongo que hagáis una prueba: Cuando invitéis a comer a alguien, comprad pan en vuestra tienda habitual y hornead vuestro Pan de Trigo y Centeno. ¡Veréis cuál de los dos panes se acaba antes! Ya me contaréis...

Un beso, 



jueves, 5 de mayo de 2016

Arroz con Leche Asturiano (con Thermomix)

Parece mentira que haya tardado tanto en publicar una receta hecha con la Thermomix pero es que, hasta hoy, no la he necesitado… ¡Mira que soy fan de este robot, lo prometo!, pero os digo que llevo 15 días - desde que la recuperé de su secuestro por parte del Servicio Técnico Oficial - y casi ni he mirado para ella.

Que conste que el arroz con leche se puede hacer tranquilamente a fuego lento (para que no se os desborde la leche) pero, como no me apetecía nada que se me quemara el arroz, ni revolver durante casi hora y media, he puesto a trabajar la Thermomix mientras yo hacía otras cosas por la casa. Además, acabo de volver de Asturias con unos cuantos litros de leche recién ordeñada, así que tenía que consumirla como fuera, antes de que se me pasara…

Por cierto, la receta del arroz con leche que viene en el libro de “Un nuevo amanecer” de Thermomix, la he visto publicada en un millón de blogs y es un verdadero horror. Claro que si nunca has probado un buen arroz con leche, no te das ni cuenta… ¿Qué por qué es tan mala? Básicamente porque los ingredientes no están bien proporcionados, los tiempos de cocción que marcan dejan el arroz duro y porque se salta una parte importantísima del proceso: el reposo.

Dicho esto, si queréis un arroz cremoso, de grano entero pero no duro yo, que toda mi vida he veraneado en Asturias y que llevo casi dos décadas casada con un asturiano de pura cepa (pesado como el que más con los productos de su región), os paso a continuación una de mis "recetas estrella".

Arroz con leche cremoso elaborado con Thermomix y decorado con una flor de canela